Vivienda pequeña en tres volúmenes en un entorno natural.
La Casa B-Fly, una vivienda pequeña en tres volúmenes, se encuentra emplazada en un precioso valle.
El proyecto de esta vivienda, emplazada en un precioso valle, y con escasos 100 metros cuadrados, consta de tres volúmenes: usos diurnos, dormitorio e invitados. La relación de los tres volúmenes y el entorno natural, marca un recorrido interior que permite en cada cambio de visual una comunicación directa con el paisaje que le rodea. Tanto en los visuales dentro-fuera que permiten al usuario disfrutar del entorno paisajístico en cada punto de la vivienda, así como de espacios exteriores intermedios, cubiertos pero al aire libre.
Aunque la vivienda está pensada para una familia pequeña, se diseñó con la posibilidad de una futura ampliación basada en las necesidades de la familia. La casa tiene destinado un espacio que será el nexo de unión a una posible ampliación del proyecto. La fachada principal marca un rectángulo, sostenido por dos pilares metálicos. Estos pilares pretenden ser invisibles dándole así protagonismo a las líneas horizontales y verticales que marcan la geometría de la fachada. Sobre este rectángulo blanco se desliza una puerta enorme de madera que transforma el espacio de marquesina a voluntad del usuario. El movimiento de la puerta crea espacios abiertos o íntimos según la necesidad del momento.
La vivienda y la piscina se desarrollan a diferentes alturas siguiendo la topografía del entorno, donde encontramos un terreno con cierta inclinación que ha sido aprovechado. Se crearon también pequeñas zonas ajardinadas para reforzar este efecto dentro-fuera con vegetación autóctona de la zona como son en este caso los olivos. La piscina es un elemento destacado en este proyecto.
La Casa B-Fly es un proyecto actual y bello en el que el contacto constante con el exterior aporta amplitud a una construcción de pequeñas dimensiones .
Arquitecta: María Isabel Pérez Millán