Algunos espacios de nuestras viviendas han evolucionado mucho en los últimos años. Y un buen ejemplo son las cocinas. Ahora queremos cocinas cómodas, modernas y abiertas. Si en el pasado eran lugares cerrados, ahora queremos que aporten mayor comodidad, sean versátiles y estén integradas con el resto de la casa. Las tendencias nos indican que el principal objetivo es aprovechar más y mejor cada rincón. Por eso apostamos por sistemas de almacenamiento que facilitan la extracción y colocación de utensilios de cocina, como los cajones extraíbles o los imbatibles organizadores de ollas y sartenes. Pero también las queremos más bonitas, modernas, y amplias. Y por eso, en caso de embarcarnos en una reforma o cuando diseñamos nuestra vivienda, cada vez más, apostamos porque sean abiertas.
Un estudio sobre Tendencias en cocinas de 2018, elaborado por Houzz (portal en el que podéis encontrar información de MAZA Grupo) a partir de 1500 encuestas, revela que las reformas de cocina se acometen en el 73% de los casos para cambiar su distribución. Cuatro de cada diez propietarios aprovechan para hacerla más abierta al salón o a exteriores (tres de cada diez). Y cuanto más jóvenes, más abierta la queremos: así lo admite el 79% de las personas encuestadas, de entre 25 y 34 años, frente al 71% de los mayores de 55 años.
Puestos a renovarse un porcentaje muy elevado (90%) cambia de estilo y apuesta por lo moderno (37% de los encuestados), contemporáneo (21%) o nórdico (13%), en una clara influencia por la multinacional del mueble Ikea.
Los cambios son además integrales en nueve de cada diez reformas de cocina y se renuevan encimeras, armarios y fregaderos. No falla la encimera de granito, todo un clásico, por su durabilidad y facilidad de mantenimiento, ni electrodomésticos como la campana, horno o frigorífico. Además, se imponen con fuerza las placas de inducción, elegidas por el 69% de las personas frente al 17% que opta por el gas, o el 14% que quiere una placa eléctrica.
En cuanto a los colores predominan el blanco y el gris . El color metalizado es tendencia en los electrodomésticos (54%). El color blanco y gris para las encimeras, y el blanco para armarios (57%), salpicaderos (35%) o paredes (60%). En cuanto al suelo, gana el color gris (29%) seguido de tonos de madera. El material preferido es el porcelánico, en el 60% de los casos.
En las preferencias por la iluminación destacan sobre todo luces empotradas (77% de las opciones) y decimos adiós a las lámparas y fluorescentes.
Y a la hora de contratar el 89% lo tiene claro y recurre a profesionales de las reformas y de la construcción. En la fase de proyecto y diseño cerca del 40% contrata un diseñador de cocinas, el 23% a un experto en reformas de cocina y un 16% a un arquitecto. En la ejecución, los especialistas del sector de la construcción son los más demandados. La inversión media por proyecto ronda los 7.900 euros que llega hasta 9.500 euros en el caso de cocinas con más de 12 metros cuadrados.